Binibeca Vell, un pequeño gran pueblo de pescadores Carema Hotels en Menorca

La isla de Menorca es mundialmente conocida por su belleza pero también por su tranquilidad, así que sus pueblos no son una excepción. Los pueblos con encanto son uno de los reclamos de cualquier viajero y en algunos casos son el motivo principal de nuestros viajes, así que vamos a descubrir Binibèquer Vell (también conocido comunmente como Binibeca o Binibeca Vell.

Este pequeño pueblo se encuentra en la parte sureste de la isla de Menorca, dentro del término municipal de Sant Lluís y bordeando con el mar. No está lejos del pueblo de Sant Lluís, fundado por los franceses, que tiene una urbanización muy ordenada con calles rectas y bonitas zonas de paseo.

Binibeca es un pequeño poblado de pescadores situado a tan solo 10 kilómetros de la capital, Mahón, y a unos 50 kilómetros de Ciudadela, en el otro extremo de la isla. Desde nuestro Aparthotel Carema Garden Village, tan solo hay unos 35 min en coche. Es uno de esos lugares de cuento de los que nos llevamos una buena impresión tan pronto nos adentramos en ellos. Si planeamos nuestra visita para después de los meses de julio y agosto, nos encontraremos con un pueblecito donde reina el silencio, con casitas blancas que en su mayoría son viviendas, siendo sus calles un laberinto contínuo que desemboca en el mar, al lado de una cala de tamaño reducido pero con mucho encanto.

Binibeca Vell, su historia

En la zona que hoy conocemos como Binibeca existía una antigua marina que no tenía ningún valor por entonces, así que un grupo de empresarios menorquines decidieron comprarla y construir una urbanización de categoría, algo que se convirtiese en un emplazamiento idílico en el que disfrutar del buen tiempo en la más absoluta tranquilidad.

Se trata de una arquitectura peculiar, ya que todas las casitas (165 en total) parecen tener un tamaño diminuto, además de estar situadas justo al lado del mar, tener un color níveo que imita a un pueblo costero griego y un urbanismo más propio de un laberinto.

¿Cuándo es recomendable visitar Binibeca?

El color azul del mar nos puede facilitar una de las imágenes más bonitas de nuestras vacaciones y durante los meses de verano podremos disfrutar además de las templadas aguas del mar que baña Menorca. Pero si lo que buscamos es tranquilidad para poder disfrutar de este magnífico poblado de pescadores con cierta calma, tal vez sea mejor planear nuestra visita para los meses de mayo y junio, o tal vez septiembre u octubre. Menorca es una isla muy verde (tiene grandes extensiones de pasto verde) y eso es indicativo de que llueve frecuentemente, además de ser una isla donde hace bastante viento en los meses de invierno.

¿Cómo entrar a Binibeca pueblo?

Si queréis saber cómo llegar a Binibeca, tan solo tenéis que utilizar la carretera principal de la isla (la Me-1 que la atraviesa de este a oeste) hasta Mahón, para después enlazar con la Me-8 dirección sur a Sant Lluís. Una vez pasado el pueblo de Sant Lluís, debéis seguir las indicaciones hacia Binibèquer Vell atravesando s'Ullastrar y Biniali hasta llegar a la zona de Binibeca.

¿Dónde está la parte más bonita del pueblo?

Todo el pueblo en sí merece la pena y es muy pintoresco. Perdernos por cualquiera de sus calles es un placer, aunque existe una placita en el centro del pueblo que tiene mucho encanto, al estilo de plaza mayor, ya que hay árboles plantados y diferentes escaleras que suben a las viviendas. Además, si nos damos una vuelta por el paseo que rodea el pueblo por la costa, existe una hilera de viviendas con vistas espectaculares que dan justo hacia la entrada al mar de las pequeñas embarcaciones que ahí se almacenan.

Se debe recordar que es una propiedad habitada, por muy singular que sea, así que se debe guardar silencio en la medida de lo posible para poder preservar el la tranquilidad que busca la gente que vive en este bonito enclave del Mediterráneo.

Mucho más que instagram

Este pueblo es mucho más que una foto en la famosa red social de Instagram. Es más, también podemos olvidarnos del móvil durante nuestras vacaciones y así disfrutar el aquí y ahora: mindfulness, lo llaman. No hace falta meditar para conseguirlo, sino que también podemos deleitar otros de nuestros sentidos, como el gusto.

Existen varios restaurantes que ofrecen grandes muestras de la cocina menorquina y se encuentran cerca del pueblo de Binibeca. Si queremos, además de llenar nuestro estómago, ver una de las mejores puestas de sol que hemos visto en la vida, debemos dirigirnos a Bambú Menorca (situado en el Passeig Marítim, 38), que fue inagurado en el año 2019, poco antes de la pandemia. A pesar de su corta edad, ya se ha convertido en uno de los sitios más de moda de Menorca.

Para algo más tradicional podemos visitar Na Rosa, situado en la Plaça Sa Font. Se especializan en comida local entre la cual encontramos patés, quesos, tostas, pescados ahumados, embutidos y demás delicias menorquinas.

Una vez tengamos el estómago satisfecho, también podemos explorar un poco más la zona, ya que a menos de 15 minutos en coche encontraremos diferentes calas bonitas como Cala Binisafúa, Cala Binidalí o Es Ricó Fondo, que va muy bien si lo que queremos es hacer algo de snorkel.